Por qué yo...

​

Porque al igual que miles de mis vecinos de Tlalnepantla he vivido la pobreza al límite y sé lo que se siente.

​Porque a base de coraje, al igual que muchos jóvenes guerreros en la base de la pirámide he salido adelante con el apoyo, la unión y los valores de mi familia en este municipio lleno de carencias y familias políticas enriquecidas con nuestros impuestos.

​Porque soy uno de los millones de mexicanos que buscan una opción con la cual identificarse y que en vez de gobernar, nos represente y legisle a favor de la ciudadanía.

​Porque no soy hijo de un político y no estoy heredando un cargo  o negociándolo entre las cupulas para continuar el linaje de la vieja clase política, la que generación tras generación sigue enriqueciendo a los suyos y empobreciendo con dádivas y regalos a los que más necesitamos.

​Porque es tiempo de renovar la política actual con ciudadanos bien preparados.

Porque viví y crecí en muchas colonias de Tlalnepantla (Tenayuca, Tenayo, San Rafael, los Olivos, Barrientos, La Loma, Iztacala) es que conozco las necesidades más apremiantes y los problemas más urgentes por resolver en nuestras calles.

Porque es hora de despertar y desterrar a esos candidatos y gobiernos que en cada elección nos prometen resolverlos y en cuanto llegan al poder se olvidan del pueblo.

Porque desde hace algunos años dejé de ser un espectador, una persona pasiva, emprendí un proyecto que al día de hoy ha beneficiado a miles de personas en nuestro país, especialmente a jóvenes de distintas localidades del Estado de México y la Ciudad de México.

​Porque no soy de los que da hasta que duele, soy de los que comparte hasta vaciarse.